‘’The Ukraine war is being fought both on the
battlefield and in the broader geopolitical context. And Russia seems to have a
chance of winning on both fronts’’.
‘’ la guerra
en Ucrania está siendo peleada tanto en el campo de batalla como en el extenso contexto
geopolítico y Rusia parece tener la oportunidad de ganar en ambos frentes’’
Shlomo Ben
Ami, ex ministro de Relaciones Exteriores de Israel
No nos debemos llamar a engaños. La guerra en Ucrania
puso al mundo en aprietos. Desde el costo de la energía que elevó los precios
de la gasolina y el gas en Europa, los cereales y fertilizantes siguen atascados
en los puertos creando un verdadero escenario de hambruna en África, hasta la
destrucción de la economía ucraniana que traerá pobreza e inestabilidad
política. La más reciente noticia es el acuerdo firmado a finales de semana para
desbloquear los puertos y permitir la salida de más de 200 toneladas de granos
(el análisis más adelante)
Lo que todos se preguntan es si el conflicto está
cerca de su fin o si por el contrario esta guerra podría escalar a uno nuclear
de proporciones inimaginables. La respuesta depende de donde provengan las
noticias: los medios occidentales, léase norteamericanos resaltan las pírricas
victorias del ejército ucraniano cuyas fuerzas están supeditadas al suministro
de armas desde la Unión Europea y el gobierno Biden, que le ha apostado con
gigantes recursos militares, financieros y humanos. La prensa rusa abyecta al
régimen se limita a mostrar la valentía y compromiso de sus fuerzas y cómo el
Kremlin ha logrado capturar la región oriental de Ucrania.
Para muchos analistas la guerra la perdió Putin pues se
esperaba una invasión que no duraría mucho tiempo y los logros en el terreno si
bien estratégicos, la súbita retirada de la capital Kiev y los reveses
militares, aunado a las sanciones a que ha sido sometido por la comunidad
internacional no han tenido los resultados esperados. El producto interno de
Rusia sufrirá una de sus peores caídas gracias a la salida de miles de empresas
occidentales y a una fuga de cerebros sin precedentes.
Las bajas sufridas como mínimo llegan a 15 mil en
menos de 5 meses y los heridos en más del doble. Más de mil tanques reducidos a
escombros. Según el ministro de Defensa británico, Rusia tiene una crítica
escasez de misiles tierra y en su lugar está utilizando misiles aéreos poco
efectivos por su diseño y porque existe una alta probabilidad de que erren el
objetivo y causen bajas civiles. Del lado ucraniano cifras de la ONU reportan
14 mil 400 bajas militares, mientras el número de civiles fallecidos supera los
3 mil 400.
Es muy apresurado hacer algún vaticinio, pero ambas
partes tarde que temprano terminarán en una mesa de negociaciones. Así han
terminado casi todas las guerras. Preocupa que algunos miembros de la OTAN comiencen
a expresar inconformidad y cansancio como quiera que el conflicto ha exacerbado
los índices de inflación y la solicitud de reducir el consumo de gas en un 15
por ciento no ha sido bien recibida en algunos países. Para muchas familias
europeas, la llegada del invierno las pone en el dilema de pagar la cuenta del
gas o comer.
La renuncia de Mario Draghi en Italia obedece a la
oposición de los partidos mayoritarios de la derecha de seguir apoyando a
Ucrania militarmente. Igual en España surgen grietas como quiera que la filosofía
pacifista de Podemos se contrapone a la actitud belicista del gobierno socialista
de Sánchez. En cuanto a Francia, el presidente Macron perdió sus mayorías
parlamentarias frente a un crecimiento de la izquierda de Melenchón y la
derecha Le Pen que pregonan una solución que no ‘’humille’’ a Rusia.
Entretanto, para algunos comentaristas ‘’ el invierno
es el enemigo y el verano y otoño el mejor aliado de Ucrania’’. Si Putin decide
cerrar la llave del gas, Europa va a sufrir las consecuencias de un desabastecimiento
y no habrá como reemplazarlo además de afectar a muchas industrias que dependen
del mismo. En cambio, si Ucrania es capaz de infringir daño significativo a las
tropas rusas y ataca sitios estratégicos con la ayuda misiles HIMARS suministrados
por Estados Unidos, podría darse la posibilidad de un cese al fuego.
Los HIMARS(High Mobility Rocket System) o Sistema de
Rockets de Artillería de Alta Movilidad es una plataforma cargada con múltiples
cohetes que se pueden disparar en una sucesión corta montados sobre un camión
militar. Una vez lanzados llevan un GPS que impacta con gran precisión el
objetivo. Los HIMARS han golpeado más de 30 blancos, entre ellos depósitos de
municiones y comandos de control frenando el avance de los rusos en el este de
Ucrania.
Por último, el acuerdo firmado para desbloquear la
salida de granos enfrenta sus primeros obstáculos luego que Rusia atacó con
fiereza al puerto de Odesa, el de mayor tráfico en el mar Negro. Los temores
expresados por el Pentágono según los cuales ‘’Rusia nunca cumple a cabalidad
su palabra’’ parecen confirmarse y ponen en peligro la normalización del envío
de materias primas vitales para el consumo global.