‘’China:
the remains belong to us’’.
‘’China: los restos del globo nos
pertenecen’’.
Un intruso ingresa
a su casa con la intención de violar su seguridad y en el intento es descubierto
dejando las evidencias. El ofendido decide quedarse con los elementos retenidos
a lo cual el fisgón exige su devolución. Un símil para comparar el espionaje
del gobierno chino utilizando un globo que se paseó por el espacio
norteamericano con el pretexto de hacer una investigación meteorológica que ha
creado un conflicto entre ambos países y poniendo en entredicho la eficiencia de
las agencias de inteligencia norteamericanas evitando este tipo de acciones.
Hay que destacar
una realidad que no es novedad como quiera que tanto China como Estados Unidos
libran una batalla por la inteligencia artificial, uno de los pilares del Pekín
en su plan quinquenal. A lo anterior se agregan los desarrollos en nanotecnología,
cuántica, biotecnología, ingeniería militar, redes 5G y semiconductores. El
gobierno Biden se propone liderar este último sector en la Ley de
Infraestructura con inversiones multimillonarias para no depender de
proveedores extranjeros.
Según el Washington
Post, China dispone de una flota de globos que ha violado la soberanía de los
Estados Unidos habiendo llevado a cabo de 20 a 30 operaciones en los últimos 10
años en todo el planeta, con una intención de vigilancia, léase espionaje
global. Esos dirigibles harían parte de una división secreta llamada Fuerza de
Apoyo Estratégico que además realiza operaciones cibernéticas, una iniciativa de
Xi Jinping para modernizar el Ejército de Liberación del Pueblo.
Los globos espías
los han utilizado las distintas potencias y se remontan a cuando los franceses
los subieron para espiar a las tropas austríacas y holandesas en 1794. Con el
advenimiento de los aviones y luego los satélites se creía que un globo a 60
mil pies de altura y un diámetro de casi 100 metros sería algo obsoleto para
aplicaciones militares y de inteligencia. No todos los detalles saldrán a la
luz pública sobre lo que se encontró de los restos recuperados.
Lo poco que se ha
revelado es que estaba dotado de ‘’múltiples antenas capaces de recoger y geolocalizar
comunicaciones’’. También paneles solares lo suficientemente grandes para ‘’operar
diversos sensores aptos para recoger material de inteligencia’’. Entonces cabe
la pregunta: porqué en una era de drones, satélites y aviones espías, la segunda
potencia militar echó mano de dirigibles flotando en la atmósfera con el
propósito de buscar información de inteligencia?
La ruta seguida por
el globo desde Alaska hasta su derribamiento en la costa de Carolina del Sur parece
haberse concentrado en bases militares localizadas en puntos estratégicos donde
se almacenan misiles balísticos, secretos y bombarderos como el B-2. Nada más
embarazoso para los norteamericanos que pasen por encima de sus narices, no
solo uno sino varios episodios de este tipo de espionaje sin que los gobiernos
Trump (durante su mandato se conoce de 3 incursiones con dirigibles) y Biden
actuaran con la debida oportunidad y fuerza.
La respuesta de
China no podía ser más ingenua: ‘’ el globo era una nave civil usada para fines
meteorológicos que se desvió por el espacio aéreo de los Estados Unidos de
manera completamente accidental’’. Para algunos analistas de la política
exterior de Beijing esas acciones se explican como una forma de mostrar
fortaleza hacia fuera al tiempo que el régimen ejerce un control estricto sobre
sus habitantes.
Parodia salida de la canción ‘’Up, Up and Way por The
Fifth Dimension’’ alusiva al globo
https://youtube.com/shorts/ur-AaGVJfqI?feature=share
Ruta seguida
mostrando su ingreso al norte de Alaska el 28 de enero y todo el recorrido de
más de una semana hasta que es derribado con un misil en las costas de Carolina
del Sur.
Fuente New York Times
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