‘’Passage of two big spending bills this fall could help turn things around for Biden and Democrats in Congress’’.
‘’La aprobación de los dos grandes
proyectos de gasto este otoño podrían darle la vuelta a las cosas para Biden y
los demócratas en el congreso’’
La sombra
de una semana de horror persigue al presidente Biden y por el momento la
debacle de Kabul golpea su popularidad. La oposición republicana enfila todas
sus baterías con la mira en los comicios de congreso, gobernaciones y alcaldías
que se llevarán a cabo en 14 meses. Históricamente el partido de gobierno
pierde escaños y si se da un cambio en la composición legislativa no será fácil
para el mandatario avanzar en su programa de gobierno. Muy poco habría cambiado
con Trump pues la decisión de salir se dio por su propia iniciativa. Los
Estados Unidos fue humillado repetidamente gracias a su falta de liderazgo
internacional, su ignorancia y egocentrismo y a un América Primero que no fue
otra cosa que un aislamiento vergonzoso.
Lo que
sigue a nivel doméstico son 2 paquetes legislativos, uno de los cuales por un
monto de un billón 200 mil millones de dólares ya está prácticamente asegurado y
que busca modernizar la infraestructura con apoyo mayoritario de ambos
partidos, algo extraño en Washington por estos días. Se pretende reconstruir la
red de vías, puentes, aeropuertos y expandir la red de internet a sectores
rurales y de difícil acceso. Esta infusión de recursos federales va a impactar
la economía significativamente, una tarea que fue postergada por casi una
década.
El segundo
paquete tamaño gigante representa un ambicioso intento por transformar la
economía norteamericana en muchos aspectos de la vida diaria como la educación,
salud y el cambio climático. Biden y los demócratas apuntan a una versión
‘’rooseveliana’’ en alusión al presidente Franklin Delano Roosevelt y su
revolución social. Un monstruo de 3.5 billones de dólares encima del billón en
proceso de aprobación final intentando reducir la pobreza, expandiendo la
educación preescolar, subsidiando a los universitarios y ampliando los
beneficios para los más necesitados y los ancianos.
Aunque
muchos de las propuestas pueden cambiar a medida que el congreso controlado por
los demócratas avance en la discusión de ese mamotreto y que se logre convencer
a los moderados del partido, resulta esencial abordar las áreas que dejarán
huella en la forma como el estado entra a hacer parte de la vida de los
norteamericanos con subvenciones y regulaciones. Biden contrario a lo que se
piensa podría terminar siendo un mandatario progresista, de avanzada, gobernando
bajo una agenda que mira hacia abajo contrario a lo que ocurrió en el gobierno
anterior.
El proyecto
se concentra en la educación y las familias de modo que cada niño pueda
ingresar gratuitamente a kínder a través de auxilios a los estados. Igualmente,
el gobierno intenta hacer que el acceso a la educación superior sea universal cubriendo
las matrículas y los gastos básicos. Los expertos señalan que si ello se convierte
en una realidad habrá una reducción de la desigualdad y un significativo ascenso
social.
La salud es
una prioridad de modo que el Medicare que cubre a los mayores de 65 se extienda
a la odontología, visión y audición. Es una realidad que a tantos en la tercera
edad les cuesta masticar, ver y oír. El llamado Medicaid, un popular programa
que cobija a los niños y a los de bajos ingresos igualmente tendría su
ampliación importante.
El cambio
climático es uno de los ítems que con mayor fuerza ocupa la atención del
proyecto de ley. La provisión más relevante impulsaría el sector eléctrico de
modo que se reduzca la contaminación en un lapso de 3 décadas, que de acuerdo con
los científicos es el período de mayor impacto de las emisiones de carbono. Las
energías renovables y limpias que son prioridad del sector liberal seguramente encontrarán
eco y soporte, teniendo en cuenta su incidencia reciente en distintas zonas del
planeta.
La batalla
que se avecina es saber de dónde saldrá el dinero para cubrir el hueco que dejan
los casi 5 billones de dólares y si el ala moderada del partido demócrata le va
a caminar a semejante leviatán, aparte de que ningún republicano votará afirmativamente.
La doble moral que no sonroja a ese partido, cuando decidieron unánimemente aprobar
una rebaja de impuestos que aumentó el déficit fiscal en 3 billones. Esta danza
multibillonaria bipartidista aún no se refleja en el precio del dólar, pero no
estamos lejos de ver sus efectos tanto en la inflación, así como en la
depreciación de la moneda verde.
En fin que,
si el presidente Biden logra superar el efecto Afganistán, si la variante Delta
no sigue avanzando y su ambiciosa legislación se convierte en ley, es posible
aminorar la avanzada republicana en el congreso en las elecciones de mitaca.
Una misión igual de compleja a terminar de sacar a los soldados y miles de
afganos que buscan afanosamente abandonar el país.