Se aproxima
el final de un año inesperado. Una guerra absurda iniciada por un enajenado con
ansias imperiales. Vladimir Putin es el personaje odiado de millones, mientras
Volodymir Zelensky es quien recibe los elogios por su valentía liderando a un
pueblo agobiado por la destrucción masiva de su infraestructura, la muerte de
inocentes y la desesperación. A continuación, extractos de alguna de las
columnas que fueron noticia en este 2022.
La
gente está exhausta e insegura con la pandemia. La educación de los niños se ve
amenazada por la posibilidad de nuevos cierres. Los faltantes ocasionados en la
cadena de suministros son difíciles de entender para muchos y en particular
para los norteamericanos que siempre han encontrado lo que necesitan en
abundancia y variedad.
Vladimir
Putin tiene a las democracias occidentales que tanto desprecia en suspenso. Su
propósito es destruir la economía ucraniana y menguar la influencia tanto de la
OTAN como de los Estados Unidos. Al igual que Lenin, Stalin y sus sucesores que
proponían extender la revolución del proletariado al resto del mundo.
El
tráfico de drogas encuentra en Centro América el nuevo corredor de tránsito
gracias a la geografía, la red marítima con lanchas rápidas y pistas
improvisadas que permiten la llegada de embarques con la complicidad de
autoridades locales que son cooptadas por las organizaciones criminales.
Para
entender lo que Ucrania significa en un contexto global es necesario cuantificar
su economía en términos de la cadena global de suministros. Considerada como el
‘’granero’’ de Europa por sus productos como trigo, centeno, cebada y maíz que
surten los mercados europeos y mundiales, la seguridad alimentaria se vería en
riesgo. Rusia es el principal exportador de trigo a nivel mundial y con Ucrania
aportan un 29 por ciento de la demanda.
En
su aspiración por dominar la economía global, China se enfrenta a un complejo
escenario. La incertidumbre tiene componentes tanto internos como externos. La
ambiciosa agenda del presidente Xi Jingping de atacar la desigualdad, la
sostenibilidad ambiental y la innovación se ve interrumpida por las medidas
severas contra el mercado accionario y el peor brote del coronavirus desde 2020
que obligó a cerrar a varias ciudades.
El mundo enfrenta una serie de amenazas y cambios estructurales como
nunca en la historia reciente. Vivíamos una paz global con relativa
estabilidad, un crecimiento sostenido de las economías y unos mercados de
bienes y servicios impulsados por la innovación y conectividad. Hasta que llegó
la pandemia y la disrupción tocó a todos. Cuando se pensaba que salíamos del
atolladero, apareció Vladimir Putin con sus ansias imperiales e invadió a
Ucrania.
La
historia de Colombia va a cambiar. La pregunta es si será para bien y si no
habrá revanchismos y si la senda de crecimiento beneficiará a los más pobres
como es la promesa del elegido mandatario. Petro hasta hoy no proyecta
confianza dado su pasado subversivo, una campaña marcada por la deslealtad, la
guerra sucia del todo vale con personajes de dudosa ética y cuestionados.
Los
inversionistas siguen encontrando en el dólar una moneda fuerte y más atractiva
al resto de divisas. Se espera que el dólar continúe beneficiándose de su
condición de refugio seguro para los inversionistas internacionales y los
intereses comerciales, teniendo en cuenta la posición más precaria de las
economías europeas y China.
La
escena es similar en Europa, Centro América y los Estados Unidos. Cientos de
miles de inmigrantes buscando un mejor futuro con la incertidumbre y el
desespero de no tener nada más que un morral o bolsa con unas pocas
pertenencias. Muchos mal llamados gobernantes demuestran su menosprecio por el
apátrida, el vulnerable, convirtiéndose ellos mismos en traficantes con sus
actuaciones.
Elon
Musk con la compra de la red social Twitter y los anuncios de despidos masivos,
el futuro la libre expresión, el cobro por su uso y lo que significa manipular
la opinión gracias al poder económico de un individuo.
Las
criptomonedas son la novedad más reciente en el espectro especulativo. Los
protagonistas, llamémoslos villanos de esta película de horror, personajes
iconoclastas que han logrado un reconocimiento inmerecido. Casi que imberbes dotados
de una inteligencia excepcional para quienes las consecuencias del riesgo y la
custodia no cuentan en la imprescindible fiducia del dinero de tantos que le
apostaron y apuestan a su alocada aventura.
Esta
columna volverá en enero. Felices Fiestas.