On abortion, climate change, guns and much more, two Americas — one liberal, one conservative — are moving in opposite directions.
En el
aborto, cambio climático, armas y mucho más, dos Norte américas-una liberal,
una conservadora, se mueven en direcciones opuestas.
Titular del New York Times
Quien lo
creyera, pero en los Estados Unidos el aborto ha sido dejado a los estados para
que legislen sobre su legalidad. En una decisión que ha creado un sismo en los
círculos jurisprudenciales, la Corte Suprema ha invalidado un derecho
establecido en 1973 lo que significa que la Constitución norteamericana deja de
brindar protección a aquellas mujeres que buscan suspender el embarazo. No es
del caso entrar a juzgar si es ético y moralmente aceptable un procedimiento de
esa naturaleza. Más bien, es necesario cuestionar los recientes fallos de la
Corte que van en contravía de la jurisprudencia, las costumbres y los derechos
individuales.
Mientras se
legisla para preservar la vida, la Corte en un fallo casi simultaneo, en
adelante legaliza el porte de armas en lugares públicos. No importa que un 65
por ciento de ciudadanos pide que haya mayores controles luego de tantas
masacres y atentados. La tragedia de Uvalde donde murieron 19 niños y 2
maestras por fin obligó a los legisladores a aprobar una incipiente ley que amplía
los requisitos para la adquisición de armas a los menores de 21 años y cierra
los vacíos legales de modo que los acusados de violencia doméstica no puedan comprarlas
en un término de 5 años. La sombra del poder de la Asociación Nacional del
Rifle.
Otra de las
decisiones que muestra el giro a la derecha del máximo tribunal es que pone en
duda la necesaria separación entre estado y religión con el apoyo de la entrega
de auxilios estatales a las escuelas para la educación religiosa, un retroceso
de 5 décadas cuando se prohibió hacerlo como una manifestación de la laicidad
del estado. En palabras de la magistrada Sonia Sotomayor en su disenso ‘’ se ha
derrumbado el muro entre la sociedad civil y la sociedad religiosa’’.
Pero la lista
de sentencias controversiales no termina. Esta semana el Supremo limita el
poder del ejecutivo de regular las emisiones de carbono, un golpe bajo a la
lucha contra el cambio climático. La resolución considerada un desastre por los
grupos a favor del medio ambiente, llega en momentos en que los incendios,
inundaciones, huracanes y sequías revelan los efectos catastróficos del
calentamiento global. En la práctica, esa decisión hace muy difícil para que el
presidente Biden o quien lo suceda alcance a reducir a la mitad la emisión de
gases de invernadero para el 2030 y llegar a una economía de cero emanaciones
para 2050.
Una Corte
agresiva que no descansa en su intención por interpretar la ley a su manera en
respuesta a lo que la extrema derecha representada en el partido republicano considera
es su función. No se puede olvidar que Donald Trump durante su nefasto mandato
en contra de las minorías, logró reemplazar a 3 de los 9 magistrados que como
lo demuestran sus veredictos han cambiado el equilibrio de la Corte Suprema. Se
ha ido perdiendo el consenso, la modestia judicial, se impone el individualismo
y la ideología conservadora. Los fallos ‘’representan la tiranía de la minoría’’
para los que están en desacuerdo.
La Corte enfrenta
una crisis de legitimidad pues sus fallos van en contravía de la voluntad
popular y la jurisprudencia según la cual la ley es caso juzgado. Muchos
observadores opinan que ese tribunal se ha politizado con la llegada de
magistrados cuya trayectoria y pensamiento muestran una tendencia que no sirve
a los propósitos de la justicia. Un proceso de más de 2 décadas durante las cuales
la derecha busca transformar la ley norteamericana desde los estrados.
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