El Debate de la Verguenza

 

Si habrá alguien capaz de callar a Trump?

 

Todos esperaban un debate caliente pero lo que el mundo vio fue un espectáculo propio de una pelea de esquina donde abundaron las ofensas y los ataques personales y lo que se suponía iba a ser un contraste de ideas y programas, terminó siendo un pugilato inaceptable. No hay que llamarse a engaños: la actitud beligerante y agria del candidato presidente frente a su adversario no tiene precedentes, mientras que al ex vice también le cabe culpa por dejarse provocar por quien a lo largo de su mandato se ha caracterizado por la ofensa y la degradación de sus críticos.

Llama la atención que los partidarios del presidente candidato le perdonen no rechazar las acciones de grupos de extrema derecha como los Proud Boys (muchachos orgullosos) que solo buscan camorra, no siendo más que una cofradía de supremacistas blancos que no tolera la diversidad queriendo congraciarse como una milicia paramilitar. ‘’ Retrocedan y esperen’’ unas expresiones inadmisibles que le han dado celebridad y legitimidad a una agrupación de forajidos.

Por otro lado, que el jefe de estado ponga en duda los resultados de la elección suena a derrota. Con argumentos de que el voto vía correo, una tradición de mucho tiempo en varios estados de la Unión va a resultar en un fraude masivo es otro de los embustes a que nos tiene acostumbrados. No hay evidencia alguna de que ello sea posible. El presidente candidato definitivamente está vandalizando los principios de la democracia y la integridad del proceso electoral.

El debate que no fue nos mostró a un político sin control de sí mismo, petulante, egocéntrico y rabioso que logró su objetivo, interrumpiendo permanentemente a su contendor sin el más mínimo reato de educación y decoro presidencial. Biden por su parte, por momentos cayó en la trampa igualándose por lo bajo sin poder transmitir ese aire de humildad y conciliación que lo ha caracterizado a lo largo de su vida política. Capitulo aparte merece el moderador Chris Wallace, reconocido por su prudente y objetivo periodismo en la cadena ‘’estatal ‘’ Fox, incapaz de contener el desenfreno y desorden en que se convirtieron los mas de 90 minutos del controvertido rifirrafe.

Muchos se preguntan si Biden debe participar de los 2 debates que siguen. Esperar un cambio de conducta hacia el respeto y que haya una autentica discusión es pensar con el deseo. Los debates sirven para conocer las diferencias y contrastar posiciones. En esta oportunidad no hubo ni lo uno ni lo otro. Además, que el moderador asuma el control y no permita que la discusión se salga de cauce. Difícil si no imposible con alguien como le presidente candidato que a toda costa quiere tener el control de la situación.

No hay duda de que el candidato demócrata contrario a las afirmaciones del presidente candidato es un hombre senil y carente de agudeza mental. Si así lo fuera, no hubiera expuesto de manera general lo que constituye la columna vertebral del programa de gobierno: expandir la salud a tantos que no la tienen, sin que ello signifique quebrar las finanzas, no el programa de Medicare para todos del candidato Sanders. Un aumento de impuestos a las corporaciones y contribuyentes de mayor ingreso. Un billón de dólares de inversión en infraestructura y un plan de recuperación de la economía dirigido a combatir el cambio climático.

Finalmente, el electorado norteamericano parece mostrar cansancio de la polarización y politización en aspectos vitales de la vida diaria. Aunque la base trumpista permanece firme en su apoyo al presidente candidato, existe el sentimiento de que el estilo agresivo de gobierno ha abierto una brecha entre muchos que votaron por su causa en 2016. La violencia racial de los últimos meses será un también factor negativo pues las minorías afroamericanas, hispanas y asiáticas estarán del lado demócrata. Florida es la incógnita de si habrá una sorpresa de los latinos apoyando al presidente candidato.

El numero de tele espectadores del debate muestra una sorprendente disminución comparado con 2016. Una explicación seria que en efecto la gente esta fatigada con la forma como se presenta la campaña, aunque también podría ser que el publico hizo uso del streaming como fuente de información.