‘’ Se requieren 25 mil millones
de dólares por año en un período de 8 años para que PDVSA logre producir la
misma cantidad de petróleo de hace 2 décadas´´
José Toro- Expresidente de la estatal
petrolera
Cómo interpretar el cambio de
política frente al gobierno Maduro en la administración Biden? Doble moral?
Difícil digerir
semejante movida cuando el sátrapa sigue reprimiendo y queriendo dejar la
impresión de una apertura democrática acudiendo a la mesa de negociación con la
débil y desacreditada oposición. El Foro Penal, la organización que sigue de
cerca las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, da cuenta de 277
presos políticos encarcelados donde la tortura recibe el beneplácito desde el
Palacio de Miraflores.
La situación en Venezuela es
dramática y las cifras lo confirman. El Producto Interno ha caido un 70 por
ciento en los últimos años. La inflación es una de las más altas del mundo. Más
de 7 millones han tenido que abandonar el país. La pobreza alcanza al 60 por
ciento de la población. La corrupción y el narcotráfico enriquece a la cúpula civil
y militar. En la frontera con Colombia se combinan la violencia y el centro del
tráfico de drogas. La delincuencia y los homicidios son escandalosos.
Ciertamente, durante mucho tiempo
los Estados Unidos y la comunidad internacional han sido incapaces de lograr un
cambio, pese a las sanciones contra el régimen. El respaldo de Cuba, Irán,
Rusia y China ha permitido que Maduro y su camarilla se aferren al poder. Sin
duda, el cambio de estrategia le da aire al déspota y un reingreso al escenario
diplomático internacional. Gustavo Petro se había anticipado a restablecer
relaciones con ese país, aunque los términos comerciales son inciertos por la
cantidad de empresas e individuos incluidos en la lista negra por su nexo con actividades
del narcotráfico.
Joe Biden en una apuesta incierta
decidió permitirle a la gigante del petróleo Chevron reanudar operaciones bajo
la figura de ´´joint venture´´ con la estatal PDVSA. Una licencia para bombear
y exportar petróleo a los Estados Unidos y con los réditos pagar las deudas que
se le deben a la multinacional. La geopolítica sujeta a que se garantice el
suministro de crudo por la situación en Ucrania y el aumento de los precios. Biden
espera que Maduro proceda a nuevas concesiones políticas, una ruleta rusa que podría
salirle caro. Hay quienes piensan que ´´los Estados Unidos le han dado mucho a
Maduro a cambio de muy poco´´.
Unas elecciones para 2024 como se
propone en esta nueva ronda de conversaciones y esperar unos resultados libres
de fraude es una incógnita dados los antecedentes. El Consejo Nacional
Electoral no ha sido garantía para la oposición. Es bien conocida la
persecución a sus candidatos y las recomendaciones propuestas por la delegación
europea necesitan ser puestas en marcha si de verdad hay unos comicios limpios.
Si bien Maduro es impopular con un 26 por ciento de aprobación, Juan Guaidó el
presidente en la sombra apenas alcanza un 16 por ciento.
Adicionalmente, liberar 3 mil
millones de dólares que permanecían bloqueados de manera que sirvan para la
urgente ayuda humanitaria y no termine en manos de los cacos del régimen será
un asunto que las Naciones Unidas deberán monitorear de manera estricta. Confiar
en las buenas intenciones de Maduro sería una ingenuidad.
La administración Biden se enfrenta
a una encrucijada pues cerca de 150 mil ciudadanos venezolanos han cruzado la
frontera buscando un Estatus de Protección Temporal. Los requisitos dispuestos
por las autoridades de inmigración son muy difíciles de cumplir para la mayoría,
no obstante que se les autoriza permanecer en suelo norteamericano hasta que
los jueces determinen si son elegibles, un trámite que tardará años. El éxodo
venezolano solo se compara con lo ocurrido en la década de los 80 cuando miles
de cubanos salieron de la isla a través del puerto de Mariel. La diferencia en
ese entonces era que una vez llegados a suelo estadinense se lograba protección
migratoria.
No comments:
Post a Comment