‘’No es ninguna coincidencia que el perro del senador Cruz se llame copo de nieve’’
Los negacionistas del cambio climático sufrieron una nueva derrota. Lo ocurrido en los Estados Unidos durante la presente semana fue de unas dimensiones caóticas. Millones de familias estuvieron sin agua ni luz eléctrica en varios estados siendo Texas el de mayor incidencia, gracias a los efectos del vórtice Ártico, un fenómeno de rara ocurrencia que impactó al sur de los Estados Unidos con inesperadas caídas de nieve y frío intenso. De acuerdo con la interpretación científica, el calentamiento que afecta al Ártico es la explicación para que el invierno llegara incluso hasta la frontera méxico-americana.
Los síntomas
del calentamiento en el Polo Norte están ocurriendo a una tasa de mas del doble
del promedio global alterando múltiples sistemas climáticos. ‘’ El aire frío se
concentra normalmente en el vórtice polar, una zona de baja presión que circula
en una formación hermética de la estratosfera durante el invierno’’. Cuando se
produce una interferencia motivada por el calentamiento, la energía que se
escapa de las corrientes de aire, choca y hace que el vórtice tambalee y se mueva
en muchas direcciones ocasionando mucha nieve y temperaturas muy bajas.
Las imágenes
de lo ocurrido lo dicen todo: familias enteras sin agua ni luz, rompimiento de tuberías
causando inundaciones, daños cuantiosos y millones de personas tiritando de las
temperaturas glaciales. Por fortuna, la solidaridad que caracteriza a la
sociedad norteamericana hizo posible que familiares y amigos pudieran albergar
a muchos damnificados. Entonces ocurre lo de siempre con los políticos que
buscan excusas y condenando a otros por su incapacidad y falta de previsión.
Es
desafortunado tener que recordar las pobres decisiones políticas de los
distintos gobernantes que por largo tiempo han reinado en Texas, un estado que durante
décadas se ha aliado con los escépticos del calentamiento global, culpando a la
producción de energía eólica y solar del desastre actual donde el grupo de
ambientalistas con algún grado de éxito ha buscado diversificar. Texas es la
meca de los combustibles fósiles, léase petróleo y sus derivados, lo que en
otras palabras significa un enorme poder político y económico. Las cascadas de
dinero que van a las campañas provienen de estos grupos de interés.
Texas de
tiempo atrás decidió desvincularse de la red eléctrica nacional además de
emprender un proceso de desregulación del mercado de la electricidad, sin darle
a los proveedores de energía incentivos para instalar reservas en caso de
ocurrir una emergencia. Los precios de la energía, aunque inferiores comparados
con el resto del país, con un modelo que funciona bien en tiempos normales,
pero cuando irrumpen crisis no hay capacidad de reserva. Dejar a las fuerzas
del mercado que actúen sin la intervención de las autoridades a costa de los
usuarios, es precisamente lo que lleva a estos excesos y omisiones.
Con la llegada
de la ola glacial, las tuberías que conducen el gas natural y fuente que surte
de energía durante el invierno en el sur de los Estados Unidos terminaron
congeladas. Asimismo, la calefacción de los texanos proviene de la energía eléctrica,
es decir, no hubo ni luz ni agua ni forma de calentar las viviendas por varios días.
El resultado no podría ser nada distinto que muchas fatalidades y pérdidas millonarias.
Otro de los
damnificados fue México que depende del suministro de gas proveniente de Texas
y cuyas exportaciones fueron restringidas, dejando también a grandes masas de la
población a oscuras. Las plantas que utilizan gas generan cerca de las dos
terceras partes de la energía en ese país. Los apagones al otro lado de la
frontera también afectaron a General Motors y Volkswagen cuyas pérdidas hasta
finales de la semana ya ascendían a 2 mil 700 millones de dólares.
Los
intereses personales de los políticos y su poca conexión con el electorado en
momentos de crisis, son el fiel reflejo de lo ocurrido con el senador por Texas
Ted Cruz, uno de los principales aliados del trumpismo y representante de la
extrema derecha del partido republicano quien decidió viajar a Cancún con su
familia, al tiempo que le pidió a la gente ‘’quedarse en casa’’ mientras pasaba
la tormenta. Un hipócrita, racista e insensible que ha sido motivo de furia y
rechazo.
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