La Nueva Guerra Fría Washington- Beijing

 La Nueva Guerra Fría Washington- Beijing

Como si los nefastos números que deja la pandemia no fuera suficiente, Donald Trump cual tirador disparando para todos los lados, busca mostrarle los dientes a China. Hay que recordar sus contradicciones comenzando el Covid19. ‘’ China tiene el virus controlado’’. ‘’ El Covid19 va a desaparecer’’. Cierto. Han desaparecido más de 162 mil residentes o ciudadanos en los Estados Unidos y la cuenta va en aumento. Lo que vino después es un deterioro de las relaciones bilaterales comenzando por las acciones del gobierno Trump contra funcionarios, compañías y el mismo gobierno chino.

Recientemente se impusieron sanciones a un grupo de miembros del Politburó chino por su participación en las atrocidades a la etnia musulmana uigur, retenidos en ‘’campamentos de reeducación’’. Igual suerte corrieron 11 compañías por su complicidad con esos hechos. El gobierno Trump revoco el status diplomático y comercial de Hong Kong luego de que Xi Jinping promulgara la Ley de Seguridad que resulta siendo una anexión no oficial a China. 

La orden ejecutiva expedida por la Casa Blanca este viernes de prohibir a los residentes en Estados Unidos realizar transacciones con las aplicaciones TikTok y WeChat confirma la intención de Washington de contener el creciente poder tecnológico de China. WeChat tiene mas de mil millones de usuarios alrededor del mundo y es la aplicación de preferencia de los usuarios chinos habiendo evolucionado como herramienta para hacer pagos, compras en línea y servir como la red social de preferencia. 

Por otro lado, se argumenta que TikTok con la recolección de datos que almacena, le permite al Partido Comunista Chino acceder a la información personal de los estadinenses y potencialmente rastrear la localización de empleados federales y contratistas que luego sirve para actividades de espionaje tecnológico y hackeo.

El veto a esas aplicaciones tendrá consecuencias para las mismas corporaciones norteamericanas como Facebook, Apple y Microsoft que podrían verse afectadas por decisiones similares impartidas por el gobierno chino a manera de retaliación. Tampoco debe descartarse un sentimiento antinorteamericano a la hora de comprar productos con la marca del país del norte. 

Por primera vez desde cuando se restablecieron las relaciones entre ambos países en 1979, la confrontación llega a las esferas diplomáticas con la orden del Departamento de Estado de cerrar del consulado chino en Houston considerado un centro de espionaje, a lo que Beijing respondió con la misma moneda con el consulado norteamericano en Chengdu. Varios videos mostraron a personal consular chino en esa ciudad quemando documentos, lo que supuestamente es la prueba reina que compromete al gobierno chino en actividades de espionaje.

Todo indica que la recuperación de la economía china va por buen camino muy distinto a lo que se esta dando en Estados Unidos donde el regreso a un crecimiento sostenido no encuentra su ritmo, siendo el desempleo uno de los principales dolores de cabeza. Además, la presencia de grandes multinacionales norteamericanas en China es significativa en múltiples sectores económicos y de servicios que pueden verse severamente afectadas si Beijing decide tomar medidas restrictivas de continuar las amenazas y sanciones por parte de la administración Trump. 

Se han pactado conversaciones de alto nivel en las semanas venideras entre ambos países para evaluar si China está cumpliendo con la ‘’fase uno’’ de los acuerdos de comercio firmados a comienzos de año y determinar si las cuotas establecidas de compras de productos agrícolas norteamericanos son una realidad, algo que no parece estar sucediendo por razones nada distintas a la pandemia que ha suspendido el comercio binacional. 

Los meses próximos serán definitivos para saber si Trump toma acciones más drásticas como unas posibles sanciones a bancos chinos en Hong Kong o algo peor, ofrecerle apoyo militar a Taiwan, en el evento de que Beijing dirija su atención sobre la isla, en su propósito de ampliar su poderío geopolítico en esa región. No hay que olvidar que Trump tiene sus ojos puestos en la contienda electoral de noviembre.