“They have to think about the impact on the
country of the precedent set by trying a former president”
‘’Ellos
tienen que pensar en el impacto que tendría para el país un precedente de
llamar a juicio a un expresidente’’
Bill Barr exfiscal
de los Estados Unidos
La
polarización política en los Estados Unidos se acrecienta con el posible llamamiento
a juicio del expresidente Donald Trump si las indagaciones por el manejo de información
de inteligencia encontrados en su residencia son un delito. A lo anterior se
suman las audiencias en el congreso sobre los hechos de enero 6 y el papel de
Trump buscando que no se certificara la elección presidencial. No la tiene
fácil el fiscal general pues si decide proceder podría llevar a una reacción
violenta de los seguidores de Trump y producir una desestabilización institucional.
El FBI
sigue encontrando material clasificado y de inteligencia y fólderes vacíos marcados
‘’confidencial’’ en la oficina del exmandatario. Lo anterior podría calificarse
como una violación de la Ley de Espionaje pues estaría en juego la seguridad
nacional. El Departamento de Justicia alega que Trump retuvo cerca de 10 mil documentos
o fotografías marcadas sin clasificación y otros 100 como secretos que están en
un proceso de evaluación para determinar hasta dónde esos hallazgos son
ilegales.
Trump ha
pedido que se nombre un ‘’perito independiente’’ (special master) para
supervisar la revisión de las pruebas recogidas en el allanamiento en Mar-a-Lago
a lo que el anterior fiscal general Bill Barr ha dicho que ello no es necesario
pues lo que se ha conocido hasta el momento es ‘’ una olla de mierda’’. Trump
no tardó en responderle llamándolo ‘’débil y un republicano solo de nombre’’.
Hay que recordar que Bill Barr se abstuvo de imputar cargos criminales contra
Trump por las acciones en la investigación sobre la influencia de Rusia en la
elección de 2016.
El grupo de
legisladores y aspirantes al congreso en noviembre rendidos a los pies de Trump,
creando un cisma en el partido republicano además de creer que las elecciones
fueron un fraude y que los gravísimos hechos del 6 de enero fueron solo una
protesta legítima. Ello ha sido el motivo para que Joe Biden se dirigiera a los
norteamericanos alertando que la democracia está amenazada por su principal
contradictor. ‘’Donald Trump y sus republicanos MAGA (nombre acuñado por el exmandatario
para hacer que los Estados Unidos volvieran a ser grandes) representan un extremismo
que amenaza los mismos cimientos de nuestra república’’.
Un discurso
que se interpreta primero que todo como la antesala de lo que pueden ser las
elecciones a la presidencia de 2024. Además, con la renovación del congreso en
2 meses está en juego el control de ambas cámaras y lo que significa para Biden
una mayoría republicana que, con toda seguridad, dado el ambiente político hará
casi imposible lograr consensos para la aprobación de alguna iniciativa proveniente
del ejecutivo.
Los índices
de aprobación presidencial hasta hace poco eran muy pobres seguramente por el
aumento de la inflación que se reflejan en altos precios de la gasolina y los
alimentos. Recientemente con el sí de los demócratas de la ley que ayuda a los
más pobres que se van a traducir en una rebaja de los precios de las medicinas,
inversiones en fuentes de energía que reflejarán en menores tarifas y la
creación de millones de empleos en la producción de energías limpias, Biden ha
podido subir unos puntos.
Los sondeos
de opinión muestran que los demócratas podrían quedarse con el Senado y los republicanos
con la Cámara de Representantes. Se alega que una de las razones es como lo
dijo Mitch McConnell líder de la minoría republicana en el senado por ‘’la
calidad de los candidatos’’. En otras palabras, personajes extremos cercanos a
Trump. Las elecciones de mitad de mandato son un referendo al partido que ostenta
la presidencia e históricamente la oposición gana las mayorías.
Biden con
su discurso quiere dejar claro que los próximos comicios son una apuesta por lo
que él llama ‘’la luz de la verdad y la penumbra de las mentiras’’. Un momento
que la oposición republicana aprovechó para llamar a Biden el ‘’Jefe de la División’’.
Una clara alusión a que las promesas del presidente de unir al país fueron una
quimera.
Inventario de
documentos encontrados en Mara-Lago residencia de Donald Trump
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